Una fractura dental es una fisura o rotura en la estructura de un diente. Puede afectar el esmalte dental, la dentina o incluso llegar hasta la pulpa dental (nervio y vasos sanguíneos).

Las fracturas dentales pueden ocurrir por varias razones, como:

Trauma físico: Un golpe directo en el diente, ya sea debido a un accidente, una caída o una lesión deportiva, puede causar una fractura dental.

Caries dental: Las caries no tratadas debilitan la estructura del diente, lo que aumenta el riesgo de fracturas. Las caries extensas pueden hacer que el diente sea más propenso a romperse, especialmente si se somete a fuerzas masticatorias.

Masticación de objetos duros: Morder objetos duros como nueces, hielo o lápices puede ejercer una presión excesiva en los dientes y provocar fracturas.

Cambios bruscos de temperatura: Consumir alimentos o bebidas calientes y luego ingerir algo extremadamente frío puede hacer que el esmalte dental se expanda y contraiga rápidamente, lo que puede causar fisuras.

Las fracturas dentales pueden variar en su gravedad y extensión. Algunos tipos comunes de fracturas dentales incluyen:

Fractura del esmalte: Es una fractura superficial que afecta solo el esmalte dental y generalmente no causa dolor.

Fractura de la dentina: En esta fractura, la capa de dentina debajo del esmalte se ve comprometida. Puede provocar sensibilidad dental y malestar al masticar.

Fractura de la corona: La fractura afecta tanto el esmalte como la dentina y puede exponer la pulpa dental. Puede causar dolor agudo y sensibilidad extrema.

Fractura vertical: La fractura se extiende desde la superficie masticatoria hacia abajo hasta la raíz del diente. En algunos casos, la fractura puede dividir el diente en dos partes.

El tratamiento de una fractura dental depende de su gravedad y ubicación. Puede incluir desde la reparación con una obturación dental o una corona hasta tratamientos más invasivos, como el tratamiento de conducto o incluso la extracción del diente si no es reparable. 

Es fundamental buscar atención dental inmediata si se sospecha una fractura dental para evitar complicaciones y prevenir la propagación de la lesión.