Qué es la sensibilidad dental

    14 Junio de 2024

La sensibilidad dental, también conocida como hipersensibilidad dentinaria, es una condición en la que se experimenta dolor o molestia en los dientes al exponerlos a ciertos estímulos. Estos estímulos suelen incluir alimentos o bebidas frías, calientes, dulces, ácidos o picantes, así como el cepillado dental o el uso del hilo dental.

La sensibilidad dental ocurre cuando la capa externa del diente, llamada esmalte, se desgasta o se erosiona, exponiendo la dentina subyacente. La dentina contiene pequeños túbulos microscópicos que están conectados con las terminaciones nerviosas en el interior del diente. Cuando estos túbulos quedan expuestos, los estímulos mencionados anteriormente pueden desencadenar una respuesta dolorosa.

Las causas comunes de la sensibilidad dental incluyen el cepillado dental agresivo, el bruxismo (rechinar de dientes), la enfermedad periodontal, la recesión de las encías, la erosión dental debida al consumo excesivo de alimentos o bebidas ácidas, el blanqueamiento dental y las restauraciones dentales deficientes.

El tratamiento de la sensibilidad dental puede incluir cambios en la técnica de cepillado dental, el uso de pastas dentales especialmente formuladas para dientes sensibles, enjuagues bucales desensibilizantes, selladores de los túbulos de la dentina, aplicaciones de flúor, tratamientos de restauración dental y, en casos más graves, tratamientos de conducto o injertos de encía.

Es importante consultar a un dentista si se experimenta sensibilidad dental persistente para que pueda determinar la causa subyacente y recomendar el tratamiento adecuado.

Síntomas de la sensibilidad dental

Cuando sufrimos sensibilidad dental, el dolor siempre es intenso pero de duración muy corta, actuando solo cuando está en contacto con el estímulo que provoca el dolor.

Existen 3 grupos de estímulos que causan la sensibilidad dental:

1.- Estimulos térmicos: cuando ingerimos alimentos fríos o calientes (café, helado …)

2.- Estímulos osmóticos o químicos: cuando consumimos alimentos azucarados o ácidos (dulces, naranjas…)

3.- Estímulos táctiles o mecánicos: al cepillarnos los dientes o utilizar la seda dental o con el contacto de algún otro objeto sobre el diente.

No obstante, la sensibilidad dental es un problema muy fácil de diagnosticar, que a veces confundimos con otras patologías similares pero que no son exactamente lo mismo. Si el dolor que sentimos, no es detectado a raíz del contacto con un estímulo externo, o es difícil de localizar, entonces el diagnóstico no es de sensibilidad dental. En este caso, continua siendo igualmente importante que des con la raíz del problema ya que probablemente sufras de otra patología como pueden ser una caries dental, un diente fracturado o un empaste deteriorado.